«Me» ocupo de «mis» finanzas, pues son «personales»
Abril, 2023
Por Mariana Moreno Arjona
¿Suponer que alguien va a resolver nuestros problemas financieros? ¡Qué locura! Es momento de que cada quien se ocupe de su economía, antes de descubrir demasiado tarde que nadie más lo hará.
He observado que algunos colegios han incluido las finanzas en sus programas escolares. Si bien hay un largo camino por construir —especialmente en las escuelas públicas— lo importante es que el tema ya se está hablando con niños y adolescentes.
Pienso lo anterior porque la mayoría de las personas que actualmente generamos ingresos no recibimos educación financiera. Por eso es tan importante que quienes estamos en nuestra etapa activa laboral, tomemos la responsabilidad de auto educarnos en las finanzas y empezar a definir nuestro destino financiero.
Te comparto algunas ideas que me han resultado útiles en mi recorrido financiero:
- Educación financiera
Todos los días utilizas dinero, por lo tanto, necesitas saber de finanzas. Crea tus propios cimientos financieros para poder construir la economía que deseas. Además, en esta era de la información tienes mucho material a tu alcance: libros, audiolibros, videos, podcasts, blogs, redes sociales, TedTalks. Hay de todo y en el formato que te acomode. También hay asesores profesionales, como yo, listos para orientarte. En este siglo no hay pretexto para estar desinformado: si quieres, puedes. Lo importante no es cuánto dinero ganas, sino cuánto dinero conservas. Como en todo, para poder instruirte en el mundo financiero necesitas dedicarle tiempo. Aprende a conocer tus gastos, encuentra formas de ahorro y de inversión, pon atención a nuevas oportunidades y monitorea tu dinero. Sólo puedes mejorar aquello que puedes medir.
- ¡Elimina tus deudas cuanto antes!
¡Sí se puede! Primero necesitas conocer y estructurar tus ingresos para poder organizarte. Identifica tus gastos fijos, esos de los que no puedes prescindir. Después destina una cantidad a lo que debes, verás que aportación tras aportación disminuirás la cifra hasta llegar a cero. Evita adquirir nuevas deudas. Si todas tus compras las acumulas a meses sin intereses, tendrás una mensualidad enorme que posiblemente se convierta en una bola de nieve. Si lo piensas bien, en realidad son muy pocas las cosas que verdaderamente necesitas.
- Ahorra
No esperes a ganar cierta cantidad de dinero ni determinado momento de tu vida. Es hoy y ahora. El ahorro es un acto de disciplina y orden, a veces también de sacrificio. Si has destacado en algún deporte, en cualquier ámbito de tu vida o si eres artista, entonces sabes que todo éxito se logra con mucha práctica, rigor y esfuerzo. Lo mismo ocurre con las finanzas. Si trabajas en ello, lo lograrás.
Me gustaría hacerte una pregunta que es crucial para ayudarte a tomar una decisión: ¿Hace cuánto tiempo recibiste tus primeros ingresos y cuánto dinero has recibido desde ese entonces? De esa cantidad, ¿cuánto tienes ahorrado?
Cuando platico con personas a quienes tengo el gusto de acompañar como Asesora Financiera, siempre concluyen que deberían haber ahorrado más, que sí se podía, que tuvieron gastos que no eran realmente necesarios.
Alto.
No importa si no lo has hecho ni lo que haya pasado antes. Lo que realmente importa es este momento y enfocarte en lo que viene. Lo que harás a partir de ahora. Hoy que ya sabes que sí se puede. Hoy sabes que independientemente de cuánto ganes, siempre puedes destinar un porcentaje a tu ahorro.
- Protege lo más valioso
Tu familia, tu empresa, tus logros, ¡TÚ! Te sugiero que transfieras el riesgo a instituciones dedicadas a ello. Es imprescindible tener protección. En un abrir y cerrar de ojos la vida cambia y lo que has construido puede derrumbarse. Suena fatalista, pero lo digo por previsora. No necesitas tener una cuenta millonaria para asegurarte: todo se puede ajustar a tus necesidades y posibilidades.
- Cambia tus paradigmas
La riqueza está en la mente. Confía en tus capacidades, piensa creativamente y en grande. Prepárate para estar en el momento y lugar adecuado cuando se presenten las oportunidades, sobre todo, ¡crea tus propias oportunidades! Como dice Harv Eker: «Si quieres cambiar los frutos, tendrás que modificar primero las raíces»… y las raíces, son tus pensamientos.
- Ponle nombre a tus metas financieras
Tus metas deben ser medibles, alcanzables y en un período determinado. Por ejemplo: Darte ese viaje que tanto has pospuesto, ahorrar para la universidad de tu hijo, tener un retiro laboral digno. Establece el lapso, el monto necesario y sigue un plan para lograrlo.
¡Hazlo!
Integrar un buen hábito financiero le dará grandes satisfacciones a tu vida. Recuerda: Un «hábito» es algo que ocurre de manera «automática». Para que así sea, al inicio necesitará mucho entrenamiento y determinación. La libertad financiera tiene un costo y pagarlo no siempre es fácil. Tendrás que esforzarte. Tú eliges si tu trabajo será para resolver problemas financieros o para preparar una vida de abundancia.
Por último, lo importante no es el dinero en sí, sino lo que harás con ese dinero. ¿Qué es lo que «tú» quieres hacer? ¿Cuánto necesitas para que sucedan «tus» planes «personales» sin necesitar que alguien lo resuelva?
Construir un futuro financiero es posible y aquí estoy para apoyarte.
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