Muchas veces nos vemos con la inquietud de investigar sobre finanzas personales y/o familiares, si estamos en el sector financiero, para poder brindar un mejor servicio, y además, predicar con el ejemplo, y si estamos en un sector diferente, para conocer, aprender, planificar y administrar de la mejor manera los recursos que con tanto esfuerzo obtenemos.

Lo cierto es, que aunque obtengamos cierta información, en ocasiones no sabemos cómo empezar o cuáles acciones tomar (y en qué orden). 

Venimos a este mundo a estar en constante crecimiento: crecimiento personal, profesional, y por supuesto, financiero. La idea es que la línea sea siempre constante y hacia arriba. Que seamos mejores en todos los aspectos. Que seamos mejores personas y estemos mejor preparados. 

Por lo tanto, al hablar de crecimiento financiero debemos tomar en cuenta que empezamos con los conocimientos básicos, para incluir en cada etapa de nuestra vida, nuevos y mejores hábitos financieros.

Tu primer paso es trabajar: recibir ingresos. Seas empleado, profesionista, emprendedor, empresario, siempre que recibas ingresos y manejes dinero, deberás practicar la Responsabilidad Financiera. Procura generar más ingresos de los quen vas a necesitar gastar y recuerda que tienes dos alternativas para tener mayor libertad financiera: reduces tus gastos o produces más recursos. Una vez teniendo estabilidad al recibir ingresos, tu siguiente paso será administrarlos. 

Tal como apunta Maslow en su teoría de jerarquía de necesidades humanas, primero se deberán satisfacer las necesidades básicas, entre ellas la seguridad, para poder avanzar en el desarrollo. Y en las finanzas funciona del mismo modo: para llegar a la autorrealización financiera primero se deberán cubirir las necesidades básicas de seguridad. Debes proteger y asegurar lo más valioso para ti para poder dar el siguiente paso.

Al tener la tranquilidad de que tu economía está asegurada podrás empezar a ahorrar. ¿Para qué el ahorro? Estoy segura tienes muchas metas, a corto, mediano y largo plazo, para las cuales vas a necesitar recursos. Tu primer ahorro lo harás como fondo de emergencia, ese dinero que te podrá sacar de un apuro imprevisto. Lo importante es empezar. Un mes, tres meses, seis meses equivalentes a tus gastos. Y pasamos a lo siguiente: ahorra para metas específicas como un proyecto personal, la educación universitaria de tus hijos y muy importante, tu retiro laboral.

Vamos palomeando los hábitos financieros de seguridad y tranquilidad, ahorro, y seguimos creciendo.

Damos un gran paso para convertirnos en inversionistas, para lo que necesitamos prepararnos, conocer, aprender. Alternativas como productos en UDIS, cómo funciona una Casa de Bolsa o incluso en tierra, es importante conocer a profundidad en qué invertirás tu dinero para ponerlo a trabajar por ti y dejarlo incrementarse con el paso del tiempo. En temas de opciones, perfiles, riesgos, te podrá orientar un buen asesor, acércate. Recuerda el viejo dicho de no poner todos los huevos en una sola canasta.

Conforme te haces mayor tus necesidades económicas van cambiando, a la par de tu madurez como ser humano, deben madurar tus finanzas y esto te va a llevar a disfrutar el camino, para brillar en la plenitud de tu vida y llenarte del gozo que brinda la paz y la tranquilidad de tener en orden tus recursos financieros. Ahora haz construido todo un patrimonio.

Y la maravilla de la tranquilidad financiera no es el dinero en sí, sino las experiencias increíbles que podrás vivir con ese dinero.

Como dijo F. Roosevelt “La felicidad no radica en la mera posesión de dinero; radica en la alegría del logro, en la emoción del esfuerzo creativo”.

Qué mejor que tu trabajo, tu ahorro, tus inversiones y cada esfuerzo financiero que realices te generen experiencias positivas y satisfactorias en compañía de los que más amas.

Mariana Moreno Arjona – Asesoría profesional en Seguros y Responsabilidad Financiera.

22·02·2022